domingo, 21 de febrero de 2010

La relatividad de la soledad



A veces no se como comenzar a expresar un sentimiento, en realidad, nunca se como expresarlos. No creo que se pueda ser directo al hacerlo, al menos no yo.

Cuando digo frases como: Odio esto, Me encanta aquello, Estoy genial!, etc... realmente no expreso todas las sensaciones que me rodean y envuelven. Soy incapaz de hacerlo, siempre lo he sido y supongo, que aunque me cueste reconocerlo y me resulte realmente triste, jamás podré hacerlo.

Supongo, que tenía la esperanza de que aquí pudiese hacerlo, que de algún modo las palabras se tecleasen solas por arte de magia y así por fin pudiese saber lo que realmente me pasa. Pero estaba equivocada.

Todo esto viene a que hoy me siento sola, aunque en realidad no es eso tampoco. Es una mezcla estúpida que no puedo hacer que explote en mi boca.

Se que tengo ganas de gritar, ese nudo en el estomago que no hace mas que retorcerse me lo recuerda cada segundo que pasa. Se que estoy enfadada con el mundo, porque mi mandíbula se tensa al escribir esto, como si una rabia dormida en mi interior comenzase a desperezarse de pronto. Se que tengo la necesidad de soltar un par de lágrimas porque mis ojos brillan acuosos y tengo la sensación de que el lagrimal del ojo va a desbordarse en cualquier momento.

Pero no se nada mas. Solo se que las personas deberían saber decir lo que quieren, pero de verdad. No solo palabras absurdas que no se corresponden con la realidad.

La verdadera soledad es imposible que exista, pero en ocasiones parece que solo existe ella y nada mas.

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