Buscando un beso a medianoche

Hoy he vuelto a estar contigo. Aun no se tu nombre, mas tu si el mio.

Tu mirada ha matado a la mia como aquella ultima vez, hace mucho tiempo.

Aquella vez en esa tienda de mil esencias que colmaban el aire, ahora acompañados por el traqueteo de un tren.

Sentada, disfrutando del cálido abrazo de los primeros rayos de sol del verano, he abierto los ojos y ahi estabas practicamente frente a mi.

El movimiento del tren hacia que mi pie, posado en el asiento vacío se moviese casi imperceptiblemente y tu simplemente reias por el comentario de nuestro amigo.

¿En que momento llegamos a ser amigos?He debido olvidar tantas cosas... tantos cuentos perdidos...

Y esta vez tambien me dejaste un recuerdo...

El timido roce de tu mano en mi tobillo.






Hasta la vista y buen viaje, allá donde quiera que vayamos. Espero verte de nuevo en nuestro destino.

Sexo, Mentiras y Cintas de video

Y hubo una vez, que en este mundo de guerras y batallas interminables, reinó la paz.

Y ninguno de ellos pensaba en el futuro , en el caótico futuro que les aguardaba.

Y todos ellos, felices, perseguian sus sueños mas allá de los muros de palacio.

Pero entonces ocurrió, la mas oscura de las estrellas miró de reojo a aquel reino tan iluminado, desde su alto trono , su reino celestial.

-¿Como osan no mirarme?- Pensó la gran estrella oscura indignandose por tal error de los pequeños habitantes del reino terrestre-Yo!Que soy el centro de su universo... estoy siendo ignorada!

Asi que no dudó en correr hacia la embajadora de los terrestres, un lindo lucero errante que visitaba en numerosas ocasiones los reflejos de los lagos terrestres, para preguntarle por el atrevimiento de los que eran sus amigos.

El lucero, que justo en ese momento se encontraba pensando con que intensidad brillar la proxima noche que se acercase para deleitar a sus amigos con su reflejo, no hizo mas que sorprenderse de las engañosas revelaciones de la gran estrella oscura.

-¿Y dices que todo este tiempo me han engañado y mi brillo no les deslumbra?No puedo creerte- Confesó el lucero, bastante desconfiado.

Y asi el lucero en la siguiente noche fue en busca de sus terraqueos amigos, y asi la historia de la primera guerra comenzó, una historia de Sexo, Mentiras... y no, nada de cintas de video, la verdad.